— Papa bien no le pegues a Natalia. Mira las nalgas, se encuentran bien rojas. –Dijo Arturo defendiendome preocupado.
Mi progenitor parecio compungirse desplazandolo hacia el pelo me pregunto
Se inclino Con El Fin De observar la tez que acababa de chocar. Yo mas que dolor o humillacion sentia calentura por quedar en aquella emplazamiento, desnuda de talle Con El Fin De abajo a la vista de mi pater y sobre mi companero.Continue reading